El performance como instrumento de protesta

A la vieja usanza de enseñanza Héctor Bialostozky hizo su presentación con un Power Point.
Habló de definiciones del performance y contextualizó las marchas que habían empleado este medio para ampliar su afectación. Derrepente preguntó: “¿Alguien de aqui asistió a alguna de estas marchas?” Nadie respondió afirmativo, pero sí le devolvieron la pregunta: él –obviamente– asistió a casi todas las marchas de las que habló.
A partir del análisis de performances políticos habló de algunos ejes temáticos/funciones primordiales que cumplen estas intervenciones: reapropiación, empoderamiento, cohesión, desahogo, increpación, visibilización y concientización.
Puso a leer a los asistentes fragmentos del libro que publica estas funciones… darle voz a la audiencia en su presentación incitó a aportar comentarios y preguntas después de cada lectura. Se tocaron ideas sobre la colectividad, la organización social, los límites entre arte y realidad, el feminismo, la independencia de Cataluña… Nadie quería que terminará la reunión, la conversación no se acababa, ni concluyó. En la emoción del encuentro e intercambio compartimos correos electrónicos para alguna futura marcha, performance o quién sabe qué…
Su capítulo de ‘el performance como instrumento de protesta‘ está en el libro ‘Arte para la convivencia y educación para la paz‘.